Recientemente terminé Girls, una serie que si aún no han visto, VAYAN A VERLA AHORA. Anyway, volviendo a lo importante. El final del show trató un tema que es medio difícil de articular: ¿Cómo saber cuándo cortar una amistad?

A veces puede ser por motivos obvios, como el distanciamiento entre dos personas. Pero otras veces se torna un poco más complicado que eso. Y es que a veces uno entrega más que los otros, porque siempre eres el que escucha y nunca hay tiempo para ti y tus problemas. Eso se puede transformar en algo bastante cansador. Esos vínculos se llaman amistades unilaterales.

También están esas amistades por costumbre. Donde llevan tanto tiempo siendo amigos, y pese a que ya no hay nada en común, en que ya ni siquiera se llevan bien, siguen relacionándose. Porque a veces es más fácil no decir lo que sentimos que verbalizarlo.

En el fondo, cuando una amistad te deja de sumar y te comienza a restar, ¿vale la pena soltar? ¿O es mejor conformarse? Porque la verdad, aunque no se hagan películas ni libros al respecto, terminar una amistad puede doler más que terminar una relación amorosa. Y no hay que tener vergüenza por ello.

“Terminar una amistad puede ser particularmente desafíense porque un amigo cercano es alguien en quien confías para el apoyo emocional, la continuidad, la socialización y el procesamiento”, explica Aqua Boateng, PhD de Psicología en la Universidad de Philadelphia. “Los amigos pueden trasformarse en familia, sino algo bastante parecido”, agrega.

Luego añade: “Las amistades pueden desempeñar un papel en la salud mental y emocional en general”. De esa forma, “cuando terminan, es un gran cambio. Muchas personas se preguntan cómo podrán seguir sin el apoyo de esa amistad”.

De todas formas, según la serie, lo mejor es soltar. Y la verdad no podría estar más de acuerdo. Soltar te libera. Y es que cuando se alarga el chicle, todo sale mal. Peor que mal. Porque no se puede seguir junto a alguien solo porque sí. Porque a veces el cariño simplemente no es suficiente. Porque lo único que dejará es odio. ¿No sería mejor cortar por lo sano?

La mamá de la personaje principal, después de 30 años de amistad, reflexiona en la serie: “Odio a mi mejor amigo ahora, y solamente porque no supe cómo dejarlo ir”. Dejar ir puede ser doloroso, pero al final del día también puede ser sumamente sanador. Porque a veces no eres tú, ni la otra persona. Sino que simplemente no es el lugar ni el momento correcto.